Quien nos enseña a pedir perdón o cuando conscientemente nos damos cuenta que ofendemos a alguien?
Es una pregunta difícil de responder, para algunos podría ser sólo sentido común, pero cada cual ve las situaciones con diferentes ojos, por lo mismo el significado de una situación se ve desde tiene distintas aristas.
Todos hemos sido agredidos alguna vez de alguna manera, a veces consciente o inconscientemente. Las primeras heridas probablemente las carguemos desde antes de nacer, sin embargo acostumbramos acomodarlas dentro de nosotros, se van acumulando y nos provocan un gran dolor. El odio es una emoción que nos destruye por dentro y por fuera, nos impide avanzar
"Perdonar no es lo mismo que justificar, excusar u olvidar, perdonar no es lo mismo que reconciliarse. La reconciliación exige que dos personas que se respetan mutuamente, se reúnan de nuevo. El perdón es la respuesta moral de una persona a la injusticia que otra ha cometido contra ella. Uno puede perdonar y sin embargo no reconciliarse, como en el caso de una esposa continuamente maltratada por su compañero." ("A definition of forgiveness", por Robert Enright, "The World of Forgiveness", octubre / noviembre de l996.)
Hace varios años atrás, gracias a un incesante período de búsqueda, que continua, comencé a leer libros de metafísica, a ir a grupos espiritas y a preocuparme de evolucionar, de ser mejor persona, en definitiva de ser feliz, pero completamente, una felicidad que incluyera cuerpo y alma. El primer paso para comenzar a sanarme, nada fácil, pero muy significativo era perdonar a todas las personas que en algún momento me dañaron o que yo consideré que me hicieron daño. Pero no la disculpa común, sino el perdón verdadero, de corazón…desde ése momento sentí un alivio en mí, una sensación de bienestar que es difícil de describir.
¿Por qué debemos perdonar?
Un psicólogo norteamericano, Robert Enright, afirmó que las personas que han sido profunda e injustamente heridas pueden sanar emocionalmente perdonando a su ofensor. El insigne fraile dominico Henri Lacordaire dijo: "¿Quieres ser feliz un instante? Véngate. ¿Quieres ser feliz toda la vida? Perdona".
El perdón, no surge de manera natural, muchas veces el sólo hecho de reconocerlo y de pedirlo, puede resultar hasta heroico, por todo lo que significa reconocer. Es olvidarse por un momento de nuestro ego, de nuestro orgullo y finalmente actuar con humildad, con amor verdadero.
El Perdón como Proceso de Curación Intrapersonal:
La perspectiva dominante secular del perdón en el occidente ha sido influenciada considerablemente por la psicología (Hook, Worthington, & Utsey, 2008; Watkins & Regmi, 2004). “El perdón se entiende como una experiencia intra-individual que esta contextualizada en interacciones sociales incluyendo transgresiones” (Hook et al., 2008). El campo de la psicología occidental se ha tendido a concentrar en el individuo con la meta principal de ayudar al cliente alcanzar la felicidad interna (Thomas-Cottingham, 2004). Es importante recalcar que la felicidad es individual y altamente subjetiva. Por lo tanto, los psicólogos deben abstenerse de juzgar y deben ver a sus clientes incondicionalmente positivamente. Dogmas y prácticas disciplinarias han influenciado la forma en que el perdón se entiende en Norteamérica y Europa Occidental. El perdón se entiende como un importante proceso individual en el cual la persona deja volar su enojo y malos sentimientos sobre el victimario para poder recuperar su salud mental. La meta es la eliminación de las externalidades negativas de la ofensa, no la resolución del evento en sí. Estas características internalizan al proceso, el cual puede ser exitoso sin importar las acciones del ofensor (Hook et al., 2008). Aparte de eso, arreglar la relación con el agraviador o reanudar la interacción con el mismo no es un requisito para lograr el perdón. Una disculpa departe del agraviador es de importancia secundaria. Según esta perspectiva el perdón es un proceso primordialmente intrapersonal.
Está claro que esta perspectiva psicológica del perdón es compatible con una visión individualista del mundo y considera al individual como independiente de la comunidad y de la sociedad que lo rodea. El único deber del individuo es hacia y para sí mismo. Un resultado de esta perspectiva es que la reconciliación se considera independiente del perdón. La reconciliación no se considera necesaria y el único posible beneficio que puede presentar es la posibilidad de recibir una disculpa del agraviante y la posible influencia que esto puede tener el progreso del individuo hacia el perdón intrapersonal. Por lo tanto, la reconciliación no es un fin pero más bien sirve como un instrumento en el proceso del perdón.
Perdonar, más allá del bienestar que provoque en la otra persona es el bienestar que finalmente nos hace sentir a nosotros, nos hace sentir paz y nos hace sanarnos.
Oh mani padme hum (mantra del perdón)
namaste
Patty